La televisión es teatro, y en teoría los espectadores diferenciamos con criterio lo que ahí se cuece.
Cuando un tipo en la tele suelta una gracia contra otra persona, me río del ingenio, no de la otra persona. Es un matiz que por desgracia no se suele separar. Cuando la gracieta ya es directa y hasta estúpida, pues te ofende el que la dice.
Tengo el criterio suficiente para pensar por mi cuenta y opinar de la persona "atacada". Es más sabio fijarse en quien habla, pues de la otra persona tengo menos datos directos en ese momento, donde el bromista sí que está mostrándose. De todos modos eso sirve en persona, por televisión u otros medios (como Internet) de poco sirve: hay mucha fachada.
La televisión es un circo, y tomarla en serio es un gran error. Ese el fallo que tenemos todos al discutir/debatir y alterarnos con estos temas.
Supongo que nos va la marcha.
Comentarios
#4 Creo que al igual que no hay una mínima formación en narrativa, muy mínima, muy básica, tampoco la hay en explicar la labor actoral de un buen actor o actriz, enseñar a los chavales que es un papel escrito por otro u otros y que se interpreta pasando por el tamiz de cada actor. El personaje y el actor pueden no tener absolutamente nada que ver. Así como formar un mínimo en clásicos del audiovisual, un mínimo muy mínimo... pero para qué, me digo... si al final la mayoría son "creadores de contenido" en tiktok, youtube y etc. En fin. Desconecto al abuelo porretas.
Y ya la repera es confundir al actor o actriz con el personaje. Confundir o fundir en uno solo, que ya no sé el matiz... La gente ha olvidado que está interpretando un papel.
#1 Lo bonito es porque el actor/actriz es realmente bueno y creíble. Lo triste es lo contrario...
#2 Ya pero me parece que la mayoría de personas tienen un pequeño problema con dos conceptos: símbolo y objeto. Pero bueno...
#3 A veces tengo la impresión que la gente de normal es fan de un actor por su belleza o porque está de moda. En verdad no nos entrenamos/preocupamos para ganar esa sensibilidad necesaria donde apreciar una buena actuación.