Enésimo artículo de la larga serie histórica sobre el rentismo en España y sus consecuencias sobre la estructura económica. Desde el siglo XIX, el rentismo es el mayor freno a la inversión productiva y al ahorro, manteniendo inalterables las transferencias de renta desde la clase trabajadora. Sólo en el momento más álgidos del desarrollismo los grandes bancos apostaron por la inversión industrial, hasta que volvieron masivamente a los créditos hipotecarios y de consumo a mediados de los 80. Cuando la productividad se estanca, el extractivismo aumenta y, en una economía globalizada como la actual, no sólo eso sino que se impone a cualquier otra lógica de mercado.
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#90 lo mejor para la escalada de la productividad