Aristócratas, el rey Carlos III—que padeció los rigores de Gordonstoun, como dormir con las ventanas abiertas en invierno— y espías —Ian Fleming, John le Carré— han pasado por instituciones que, según W. H. Auden, alumno y profesor de una de ellas, proporcionan “una comprensión instintiva de lo que sería vivir bajo el fascismo”. “Si los niños que crecen en centros de acogida acaban en la cárcel, los que van a internados de élite acaban gobernando Gran Bretaña", denuncia por su parte el tío del príncipe de Gales.
Comentarios
"Si los niños que crecen en centros de acogida acaban en la cárcel, los que van a internados de élite acaban gobernando Gran Bretaña"
Y están peor del tarro los segundos que los primeros
#1 Y acaban siendo unos tiranos y unos hijos de puta ignorantes y egoístas. Hemos podido ver en los últimos años a unos cuantos en acción.
Pero antes de que gobiernen los convertimos en psicópatas, si ya no lo eran
Todos somos victimas de este sistema de mierda que hemos creado, aunque algunos somos mas victimas que otros.
#3 y otros hemos participad mucho menos en crearlo que otros.
Se trata de enseñarles que abusar de los más débiles es lo natural. Lo que deberán hacer cuando gobiernen el Imperio.
Los mayores abusan de los menores, que cuando crezcan harán lo propio con sus compañeros más jóvenes.
Hay quien dice que la palabra inglesa para homosexual "faggot" o "fag" deriva del apelativo de los alumnos más jóvenes de estos internados caros, "fag", del verbo "to fag", fatigar. Pues los pequeños son los criados de los mayores y sufren todo tipo de abusos.
Tradicionalmente las clases altas inglesas entregan el recién nacido al cuidado de la niñera. Los padres se desentienden de los hijos salvo los minutos que la niñera se los presenta cada día, para que vean como van creciendo.
A partir de los cinco años, los niños entran en internados y solo volverán a casa en las vacaciones, donde los cuidará la niñera. Los padres suelen pasar el verano en Venecia y sitios así.
Al acabar la universidad hacían el "Gran Tour", (origen de la palabra turista) consistente en visitar las ciudades de moda entre los ricos. Al acabarlo se integraban a los puestos de mando que les correspondieran por su cuna.
Salen tarados perdidos de esos centros, se ve en muchas novelas, series y películas, todos hechos unos sádicos, unos putos cínicos elitistas y carentes de cualquier atisbo de humanidad.
Normalmente estos centros estaban gestionados por veteranos de guerra que aplicaban a los chavales disciplina marcial de la IIWW para forjarles el carácter. Ahora estoy leyendo la biografía de John Illsley que estuvo en un internado así y coincide punto por punto con lo que cuenta el meneo. A él le pilló ya cerca de los 70 cuando la cosa ya empezó a cambiar y los maestros ya entraban con otro rollo y cuando los propios internos empezaban a negarse a apalizar a los nuevos por tonterías.