Quiénes somos
La Asociación “El Criterio” nace como un foro de reflexión en torno a los principios e ideales que configuraron la identidad histórica de las Españas y, por ende, de la Hispanidad; en este marco, el punto de ignición se sitúa en la Corona de Aragón, sin ningún tipo de exclusivismo, sólo como banderín de enganche concreto y real para todo aquel que quiera embarcarse en la aventura de reconquistar nuestra tradición.
Resultaría pretencioso, a estas alturas, cuando estamos empezando, decir que somos un think tank, por eso, con cierta sintonía en nuestros propósitos, nos definimos más modestamente como un laboratorio de ideas, que se instrumenta en formato de foro de reflexión.
Si queremos rescatar a España del tsunami de ideologías derrotistas y destructivas, inhumanas en su planteamiento e infrahumanas en sus resultados, que hoy la hostigan con la cobertura y el soporte logístico del mundialismo, pensamos que hay que apostar por la tradición. La tradición no es el retorno a lo antiguo, es una solidaridad cultural en el espacio y en el tiempo, es saber que podemos ver más lejos de cara al futuro si nos subimos a los hombros de gigantes.
La tradición auténtica nos da nuestras señas de identidad, nuestra mochila escolar para emprender con garantías nuestro viaje por el mundo y por la vida. No a través de la adscripción legal a unas determinadas estructuras meramente oficiales y administrativas, sino en función de la pertenencia a una comunidad, una comunidad que no es la nación política en sentido moderno, sino el concepto natural y moral de la patria, que arranca del municipio, pasa por la comarca, la región y las demás comunidades sociales, culminando en la nación histórica, sin perjuicio de que la común condición y dignidad humana apunte también a la ecúmene, que entre nosotros seguirá siendo la Hispanidad en tanto no se vuelva a hacer presente en la historia la Cristiandad.
Para restituir la patria a nuestro pueblo es necesario reconciliarle con la tradición, porque la patria es espíritu, es unión de mentes y corazones, solidaridad en el espacio y en el tiempo, civilización y cultura, unidad, continuidad, autarquía, responsabilidad y legitimidad.
La tradición tiene su sello de calidad, de autenticidad, en la legitimidad. Y la legitimidad remite, a su vez, a la verdad y a la justicia. No somos aprendices de brujo, sino discípulos de la sabiduría perenne que se refiere al ser, a la naturaleza o esencia de las cosas. Nuestro enfoque, es pues, metafísico y, por ende, metapolítico. No vamos a entrar en la arena partidista de las disputas políticas porque para eso ya existen otras asociaciones y organizaciones, cuyas servidumbres y componendas no estamos dispuestos a asumir.
Y sigue con más mierdas del estilo.
Otro medio basura.
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#6 El mensaje es el que es, por mucho que lo justifiquen con la etimología.