@nando58 Dile lo que te pasa (no veo de cerca/lejos) y para qué las necesitas (calle, conducir, ordenador…)
Mi caso: veía primero bien de lejos, y bastante mal de cerca. En principio me dieron unas gafas ocupacionales, mi principal uso es el ordenador, y sólo las usaba con el ordenador, para leer, ver la tele, etc., media y corta distancia.
Problema: para conducir veía la carretera, las señales de tráfico y el resto de coches, pero no el cuadro de instrumentos o la radio; por la calle, veía bien a la gente, los letreros, los rótulos, pero no un menú, el contenido/ingredientes de un alimento en el súper, la composición de una prenda al comprarla… La "solución", bastante incómoda: llevar las gafas colgando del cuello, para ponértelas en esas ocasiones, pero lo hice durante una temporada.
Con el tiempo, la vista de lejos empezó a mermar también. Solución: unas progresivas. Van bien en el coche, en la calle, a todas las distancias, MÁS las ocupacionales, para casa/ordenador/lectura: la zona de distancia corta de las progresivas está en la parte baja del cristal, para ver el ordenador tendrías que estar todo el rato con la barbilla levantada, y eso cansa, es incómodo.
#9 Mi abuelo era sindicalista y luchó por mejorar las condiciones laborales de los empleados. Mi padre, que disfrutó de los derechos alcanzados por la generación anterior, vota a un partido que aboga por limitar los derechos laborales porque hay que proteger a los empresarios (que son los que generan riqueza, al parecer ellos por si solos y por arte de magia) y además está de acuerdo con ello y lo justifica. Mi padre está de acuerdo con las prácticas no remuneradas, las horas extras gratis porque hay que arrimar el hombro si hace falta y que a los empleados hay que mantenerles bien controlados porque si te descuidas se te suben a la chepa. Por ejemplo, le sorprendió que mi empresa me diese un ordenador portátil "así sin más", porque a saber qué hacen los trabajadores con él. Al parecer, ve más natural que sea yo quien aporte las herramientas de trabajo para que se lo ahorre la empresa, y encima ya le puedes estar eternamente agradecida por darte trabajo. Mi abuelo se escandalizaba con las prácticas no remuneradas para licenciados. Mi padre las justificaba porque al parecer la empresa te está haciendo un favor al dejarte trabajar gratis. Lo mejor de todo es que mi padre ha sido un empleado más que ahora vive de una pensión. Y cosas que él en su momento no habría aceptado (y algunas de hecho no aceptó), las justifica hoy en día para sus hijas. Lo malo, es que de su generación como él conozco a más de uno. La propaganda de ciertos sectores políticos hay que reconocer que fue muy efectiva, cuarenta años de represión da para mucho. Han convencido a una masa de gente que tienen que pegarse un tiro en el pie y además estar agradecidos de poder hacerlo.