DDB leyendo tu relato sobre los chicken bus en Guatemala Chiken bus extreme experience (de fosphorito) no he podido evitarlo, he esbozado una enorme sonrisa... me ha traído enormes recuerdos de mi viaje por Centroamerica, porque si, porque es así, tal cual lo cuentas... una experiencia religiosa ¿o no?.
Dicen que el que viaja a Guatemala y no ha probado a viajar en un chicken bus no sabe realmente lo que es Guatemala, y es verdad, tal cual es una experiencia de esas que difícilmente se olvidan. No se si tu habrás viajado por el resto del continente pero en Nicaragua, Honduras y El Salvador es exactamente igual, los chicken funcionan de la misma manera.
En Colombia a los conductores de los buses también les gusta pisar el acelerador lo suyo, al principio yo iba literalmente acojonado, imagínate una carretera llena de curvas y de precipicios a ambos lados y el pibe pisándole a fondo y yo por otro lado rezandole a todo lo rezable para que la combi no se vaya al carajo... después de varias semanas al final terminas acostumbrándote a la locura de la velocidad..
Me han gustado mucho las reflexiones de esta mujer. Son, además valientes, a mí siempre me ha sonado muy extraño eso de idealizar la situación de tener un hijo dependiente. Pero es que yo soy seguramente egoísta.