@Tumbadito @sacaelwhisky Entiendo por donde vas, pero veo matices.
A mi, una de las cosas que me encantan de la lengua española es su enorme riqueza, basada precisamente en la multitud de variantes que tiene pero lo mejor de todo: sin perder su esencia. Y soy más de aprender los modismos y las variantes locales antes que quejarme de que se usen. Por ejemplo, me encanta cómo habláis los argentinos, no solo por la entonación, también por un sinfín de modismos, frases y palabras que son la monda. Disfruté como un enano a su vez cuando estuve en Chile, y también me gusta la forma de expresarse de los venezolanos. De España, las entonaciones del cordobés son maravillosas, y así...
Quicir, que vale, que está bien expresarse lo mejor posible, pero esto no implica renunciar a la riqueza misma del lenguaje y si exigimos esfuerzo por un lado, también debemos exigirlo por el otro, por la parte del que escucha. Que no cuesta tanto ni es tan difícil entender diferentes pronunciaciones, ni cuesta nada preguntar por el significado de una palabra que no se haya escuchado antes. Eso enriquece.
La postura de @Or3, empobrece.
#27 comparamelo con lo que pasa en el mundo. Si?
Que quizá te piensas que los productos crecen en el supermercado.
Pero claro, si cuando la prensa internacional te habla de las restricciones de china e india a las exportaciones de arroz tu estas mirando las declaraciones de Abascal, o mientras se arruinan las cosechas en rusia y Sudamérica por las inundaciones y temporales y tú lees que el problema en el ok diario es que una transexual quedé de tercera en una competición de natación, es lo que pasa.
Y esperate a que la caída en la producción de soja llegue a los precios de la carne. Ahí la culpa la tendrá la exministra de igualdad.
Vamos, que si quieres hablarme de la subida del precio de los alimentos, mira que pasa en el resto del mundo, que quizá estés teniendo suerte.
Y te repito, en el 2k el IPC estaba más alto. Con el "España va bien" y el más mejor gobierno de España, aquel en el que todos eran corruptos.